Todas son pequeñas plantas herbáceas de naturaleza perenne e
inclinación rastrera y follaje muy ornamental. Pertenecen a la familia de las
Gesneriaceae.
No son nada tolerantes a los espacios secos, condiciones frías o luz escasa.
Dado la exigencia de ambientes lo más húmedos posible es mejor protegerlas en
invernaderos o urnas acristaladas.
Se trata de plantas estoloníferas, esto significa que aparecen nuevas plantas
en la punta de los estolones y generan raíces naturalmente si están en contacto
con el suelo.
Crecen en estado salvaje en todo el centro y sur del continente americano,
principalmente en sotobosques.
Las flores surgen de manera aislada, y una sola es poco
interesante, pero reunidas en conjunto forman una hermosa pincelada de color
sobre la mata.
En el follaje es donde se encuentra el atractivo de estas plantas.
Las hojas son ovaladas y acabadas en una ligera punta, cubiertas de finos
pelillos y de color verde metálico y destellos cobrizos, aunque el color puede
ser variable.
En el momento que reinicien su fase de crecimiento, conviene aplicar al
sustrato un fertilizante líquido quincenalmente al agua de riego, hasta que sea
evidente que han concluido su ciclo activo.
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